Las cooperativas de enseñanza, según Moreno Hernández (2000) tienen su origen en tres causas y momentos diferenciados en el tiempo.
1) El primero de ellos nos remonta a los años 60-70, cuando los promotores de estas cooperativas de enseñanza son padres que, motivados por su insatisfacción con la escuela estatal existente o con las escuelas religiosas, deciden unirse para dar lugar a una nueva alternativa. Este hecho coincide con un desarrollo económico en el país que impulsa a que las capas medias de las zonas más desarrolladas económicamente quieran para sus hijos una educación de calidad superior a la que ofrece el Estado, pero conservando las raíces nacionalistas.
2) El segundo período se establece a mediados de los 70, cuando se produce la creación de cooperativas de enseñanza bajo la fórmula de trabajo asociado, en la que los socios son los propios trabajadores del centro. La razón de ello es la crisis producida en el sector de la enseñanza privada, motivada por una creciente recesión económica, que lleva a los empresarios de dicha enseñanza a cerrar sus centros. Este hecho sumado a la gran demanda de puestos escolares, motiva la negación y por consiguiente, no autorización al cierre, por parte de la Administración.
Es entonces cuando los trabajadores del centro, docentes y no docentes, se hacen cargo de los centros, comprando o arrendando, bajo la fórmula cooperativa. Su pretensión principal es la de conseguir una mejora en la calidad de la enseñanza estatal y un mayor control de la Administración Central en estos centros, así como evitar la pérdida del puesto de trabajo.
3) El tercer y último momento surge a partir de los años 80 y es fruto del elevado desempleo que sufre el sector de la enseñanza. Ante esta situación, se produce la asociación de grupos de profesores, bajo la fórmula cooperativa de trabajo asociado. Todo ello conlleva un proyecto educativo propio, protegido por conciertos escolares. Las zonas geográficas principales para el desarrollo de dichas acciones cooperativistas son áreas de expansión urbana, necesitadas de puestos escolares. Los nuevos y modernos edificios construidos suponen una fuerte inversión y un elevado endeudamiento.
Las cooperativas nacidas en estas circunstancias tienen una gran estabilidad y sus socios son conscientes de que han comprado un puesto de trabajo, bajo la fórmula elegida por ellos, la COOPERATIVA DE ENSEÑANZA DE TRABAJO ASOCIADO.